¿La luz más brillante del mundo?

“LEDiL ha sido nuestro socio desde el primer día en que fundamos nuestra empresa y durante los últimos 15 años nos han estado suministrando ópticas. La buena calidad y la fiabilidad de los plazos son importantes para nosotros. Así que LEDiL fue nuestra primera opción cuando se inició este proyecto”.

Andreas Jakob, director general, Silence Lights GmbH

PROYECTO

Con un sólido convencimiento de lo importante que es la sostenibilidad natural, el diseñador y fabricante de iluminación alemán Silence Lights GmbH se centra en desarrollar una iluminación que sea a la vez fiable, estanca al agua y al polvo y fácil de reparar. Siempre en busca de nuevos desafíos, la empresa supera constantemente los límites de lo posible para convertir sus nuevos avances en aplicaciones reales. Así, para mostrar la versatilidad y adaptabilidad de sus productos, decidió construir la que, según los Guinness World Records, es la lámpara LED más brillante del mundo. Dado que cualquier LED permite obtener resultados de gran luminosidad durante un corto periodo de tiempo en condiciones de laboratorio, decidieron construir una luz que se pudiera encender de forma casi indefinida y usara únicamente refrigeración pasiva por aire.

SOLUCIÓN

Para que una luz tenga este brillo, requiere una gran cantidad de LEDs, nada menos que unos 500. Montados en el circuito integrado de diseño interno de la empresa, tantos LEDs liberan 4000 vatios de potencia. Para gestionar la enorme cantidad de calor generado, Silence Lights CNC mecanizó su propio disipador que, a pesar de ser de aluminio, pesa 50 kg (110 lbs). El disipador, que mide 80 cm (31,5 pulgadas) de diámetro, libera al entorno el calor absorbido. Semejante cantidad de luz también requiere enfoque. Para cumplir esta función, la empresa eligió la gama EMILY de LEDiL. Fiel al convencimiento fundamental de la sostenibilidad natural, esta enorme lámpara va sellada con una placa de vidrio que la hace estanca al agua y al polvo.

VENTAJAS

Obtener la densidad adecuada de LEDs en el circuito integrado era crucial para el éxito del proyecto. Una densidad insuficiente habría requerido un disipador aún mayor, que habría añadido más peso. El uso de LEDs con una potencia más alta habría generado temperaturas aún más altas. La gama EMILY de LEDiL permitió a los diseñadores colocar los LEDs de tal forma que solo hubiera un pequeño espacio entre las ópticas y, al mismo tiempo, obtener una dirección eficiente del haz de luz.